Cuando Gabriela Bandy, artista, compositora e influencer con más de 2 millones de seguidores en redes sociales, cumplió los 27 años, decidió marcar el momento con un acto simbólico de amor propio. En lugar de un viaje o una fiesta, decidió regalarse algo más íntimo y visible: una sesión de Botox.
“Se sintió empoderador”, relata la joven con raíces hondureñas. “Es tan importante hacer cosas que te hagan sentir bien, aunque nadie más lo note. Merecemos celebrarnos, y a veces eso es un día de spa, a veces es Botox. Se trata de hacer lo que te haga sentir bien”.
Y es que, lo que por muchos años fue tabú, hoy cobra cada vez más fuerza entre las mujeres latinas que, más allá de buscar mejorar su apariencia, recurren a este tratamiento para celebrarse, reafirmar su poder personal y comenzar una etapa con mayor autoconfianza.
“Definitivamente se está convirtiendo en una tradición popular de autocuidado”, asegura la dermatóloga con base en Miami, Florida, Anna Chacon. “Mis pacientes suelen compartir que elegir Botox para una celebración, es una decisión más intencional y con un componente emocional profundo relacionado con el autocuidado y el autocelebrarse”.
Carolina Jiménez, una ejecutiva de banca de 42 años, decidió aplicarse Botox por primera vez, para la celebración de los 15 años de su hija. Su deseo por lucir espectacular en uno de los días más importantes de su vida, la llevaron a optar por este procedimiento estético.
“Para mí regalarme ese tratamiento fue como consentirme un poco y justo en esta etapa donde después de los 40 te empiezas a cuidar más. Estamos como en el mood de cuidarnos más de lo normal, por todo lo que no hicimos ni a los 20 ni a los 30. Por eso creo que este tratamiento pudiera ser muy beneficioso para tu autoestima”.
Lo interesante es que esta sensación de bienestar no es solo anecdótica. Algunos estudios respaldan que las inyecciones de toxina botulínica tipo A pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo de los pacientes. Incluso, se cree que este tratamiento podría aplicarse en contextos clínicos para mejorar el bienestar emocional, como señala un texto científico publicado en el 2024 por la National Library of Medicine.
“En esas tres a cinco semanas en las que empiezas a notar los resultados, te ves y te gustas. Dices ‘wow, es magia’”, relata Miriam Kagan, una maestra que decidió aplicarse neuromoduladores para celebrar su cumpleaños número 40. Además de mejorar su apariencia, el procedimiento le ayudó a crear nuevos hábitos, pues ahora le presta más atención a los pequeños cuidados del día a día. “Me lavo la cara todas las noches y no me voy a dormir sin desmaquillarme. Son detalles pequeños, pero representan un cambio”.
Juventud: Divino tesoro
Aunque sería arriesgado generalizar, muchas mujeres latinas parecen enfrentar expectativas sociales únicas en torno al envejecimiento y el autocuidado, varias expertas coinciden en una misma percepción: hay una carga cultural única que influye en cómo nos relacionamos con nuestra imagen y el paso del tiempo.
“Realmente creo que, como latinas, hemos crecido con ciertas metas y expectativas que están profundamente arraigadas en nuestras culturas y países de origen. ¡Y sí! Se espera que envejezcamos con gracia, sensualidad y bien conservadas”, dice Janice Lima-Maribona, dermatóloga con base en Miami, Florida. Y agrega que muchas de sus pacientes, en su mayoría latinas, buscan una apariencia más descansada y rejuvenecida, por lo que se enfocan en zonas clave como “las patas de gallo, el entrecejo, la línea mandibular y el cuello”.
Laura Liseth Flores, ingeniera de 42 años de edad, decidió seguir el consejo de quien para ella es un ejemplo de belleza a los 62 años: su madre. “Mi mamá fue la que me motivó, me dijo: ‘Mira, yo me he puesto Botox aquí, sí te ayuda bastante a alisar esas arruguitas que se forman cuando te ríes o cuando haces gestos”. En su caso, ella quería disminuir las arrugas alrededor de los ojos, que empezó a notar tan pronto cumplió los 40. “La decisión fue fácil”, asegura. “Estaba convencida por los resultados que había tenido mi mamá”.
Shawnda Dorantes, empresaria y fundadora de Beauty Lounge Medical Spa en California, explica que para muchas de sus clientes latinas, un factor clave al someterse a este tratamiento, es la posibilidad de realzar y celebrar su belleza natural sin perder su esencia. “Las pacientes latinas suelen preferir tratamientos que ofrecen resultados sutiles pero notorios”, asegura.
Además de los neuromoduladores, Dorantes menciona que entre los procedimientos más solicitados por sus clientes están los peelings químicos y el microneedling, especialmente útiles para tratar la hiperpigmentación y el melasma “comúnes en pieles con mayor contenido de melanina”.
Al final, las expertas coinciden en que el verdadero valor de estos tratamientos, más allá de quitarse unos años, consiste en recorrer cada etapa de la vida con la confianza necesaria para brillar y celebrar por todo lo alto el divino tesoro que llevamos dentro.
¿Cómo planear tu dosis antes de la gran fecha?
Una de las preguntas más frecuentes de quienes se quieren someter a este tratamiento estético, para lucir radiantes en su celebración, es ¿con cuánto tiempo de anticipación debería aplicarme los neuromoduladores para lucir perfecta el día de mi evento?
Las expertas sugieren programar el procedimiento con un par de semanas de anticipación. “Recomiendo agendar el tratamiento entre 2 y 4 semanas antes de la fecha especial. Si se hace antes, los resultados aún no serán completos, y si se hace mucho después, el efecto del bótox puede empezar a desaparecer. Entre 2 y 4 semanas es el momento ideal”, aconseja Chacon. Mientras que para la Dra. Lima-Maribona, es mejor hacerlo con un mes de anticipación “por si es necesario hacer algún pequeño ajuste”.
En el caso de la influencer Gabriela Bandy, planear con tiempo este cambio, fue vital para estar contenta con los resultados, pues tras el procedimiento asegura que sí se volvería a someter a un tratamiento de belleza como éste, para celebrar su cumpleaños. “Me sentí más segura; como si mi rostro se viera más levantado. No estaba tratando de verme perfecta, solo me sentía más como yo misma”.
¡A festejar! ¿Con una Bótox Party?
En la actualidad, ya no es raro escuchar el término ‘Botox party’, entre amigas que celebran algo especial o entre agencias de relaciones públicas que quieren hacer más atractivo su evento de promoción. Pero, más allá de que estén “de moda”, la pregunta relevante aquí es: ¿Son realmente seguras?
“No soy fan de las fiestas de Botox. Creo que el proveedor puede distraerse, tomar alguna bebida, o simplemente no prestar atención al 100%. Y los resultados dependen no solo de la dosis y precisión de la aplicación, sino también de la limpieza del lugar”, advierte la Dra. Lima-Maribona. “Lo mejor es organizarla en una clínica médica, donde los tratamientos se realicen en salas adecuadas, con materiales estériles, y con un producto aprobado y certificado”.
Para otros expertos, pueden ser seguras si se realizan “con un profesional calificado y en un entorno controlado”, como aconseja la Dra. Chacon. “Es fundamental considerar el lugar y asegurarse de que se sigan los protocolos médicos adecuados para garantizar la seguridad y la eficacia del tratamiento”.
Ahora que, si lo que buscas es celebrarte con bótox, también puedes considerar suscribirte a los newsletters de las clínicas certificadas. Algunos dermatólogos, como la Dra. Lima-Maribona, envían cupones de descuento para las cumpleañeras. “¡Les encanta! Es un recordatorio de que cumplir años también implica envejecer con gracia y seguir haciendo lo posible por retrasar los signos visibles del envejecimiento, ¡aunque deseamos vivir muchos años!”.
El consejo más valioso antes del Botox
La aplicación del Botox, puede producir miedo entre las pacientes primerizas. Previo al tratamiento, es normal que comiencen a surgir dudas sobre la calidad del producto, los posibles efectos secundarios o si el resultado final será el esperado.
Es por eso que las expertas recomiendan mantener una comunicación abierta con el proveedor para resolver inquietudes y asegurarse de que éste sea calificado, y cuente con ciertos requisitos. “Es importante buscar certificación médica, experiencia, buenas reseñas y un entorno profesional que garantice una experiencia segura y satisfactoria”, recomienda la Dra. Anna Chacon.
Adicionalmente, la Dra. Janice Lima-Maribona, sugiere “elegir a alguien que haya tratado a alguna amiga tuya y cuyo resultado te haya gustado, o a un médico con muchos años de experiencia que pueda ofrecerte un entorno limpio y seguro. El proveedor debe ser accesible, responsable y, por supuesto, contar con certificación médica en el estado donde se realice el procedimiento”.
“Hazlo por ti”
Para muchas mujeres —especialmente madres, profesionales o cuidadoras que entregan tanto de sí mismas— una sesión de bótox cosmético representa mucho más que un tratamiento estético: es un acto de amor propio. “Es su momento para recuperarse, para sentirse renovadas, seguras y celebradas”, explica la empresaria Shawnda Dorantes. “A menudo me dicen cosas como: ‘Este es mi año’ o ‘Quise hacer algo solo para mí’”.
Una de las historias que más atesora Shawnda es la de una clienta que llegó tras un divorcio y decidió agendar su cita justo en su cumpleaños. “Me dijo: ‘Este año empiezo de nuevo, por mí’. Era su primer tratamiento de bótox y cuando regresó dos semanas después, estaba radiante. No solo por los resultados visibles, sino por su energía. Caminaba más erguida, sonreía con más fuerza… fue una transformación que iba mucho más allá de la piel”, relata.
La Dra. Janice, por su parte, recuerda otra historia poderosa: “Una paciente empezó a aplicarse bótox tras ser diagnosticada con cáncer de ovario. Me dijo que quería sentirse bien durante toda su quimioterapia y enfrentar los efectos secundarios con la mejor actitud posible. Hoy, diez años después, sigue viniendo. Cada visita es una celebración”.
En conclusión
El Botox de cumpleaños o de celebración, traspasa las razones estéticas. Se trata de un pinchazo que puede significar, para muchas, el inicio de una nueva versión de sí mismas. Una acción que las lleve a seguirse eligiendo cada día, por sobre todas las cosas. “No hay nada de malo en querer mirarte al espejo y sentirte bien con lo que ves”, señala la influencer Gabriela Bandy.
Y aunque la mayoría de las usuarias, se mostraron conformes con sus resultados, no dejaron de hacer hincapié en la importancia de tomar una decisión informada antes de someterse a este procedimiento.
“Al final es algo estético y al final uno también debe estar consciente también de los riesgos, entonces es importante evaluar pros y contras. Y hacerlo siempre con la decisión personal o con la convicción de que es algo que tú quieres y que no lo estás haciendo por nadie más, eso es muy importante”, concluye Carolina Jiménez.
