La terapia de luz es una herramienta eficaz para mejorar la apariencia y la salud general de la piel. Ya sea que estés combatiendo brotes o buscando suavizar líneas finas, puede ser una aliada útil en el camino hacia una piel radiante y saludable. Los últimos años han sido prueba de ello una y otra vez. El interés por los tratamientos con terapia de luz ha aumentado y hoy en día existen más dispositivos de luz LED (diodo emisor de luz) para uso en casa que nunca. Estos tratamientos funcionan utilizando longitudes de onda específicas de luz para penetrar la piel a diferentes profundidades. A estas alturas, la mayoría ya conoce la terapia de luz roja. Sin embargo, las terapias de luz azul y verde son igual de beneficiosas. Según Spate, las terapias de luz roja, azul y verde se encuentran entre los tratamientos de cuidado de la piel más buscados en este momento. Cada color ofrece beneficios únicos para la salud de la piel.
En un estudio reciente, esta plataforma de datos confirmó que, aunque la luz roja sigue siendo la más popular, el interés por los otros colores va en aumento. La terapia de luz verde ha mostrado el mayor crecimiento interanual, con un aumento del 177.6 por ciento. A pesar de ser la menos popular de las tres, este aumento drástico demuestra el nivel de interés que los consumidores han desarrollado por la terapia de luz en general. Si eres nueva en las terapias de luz azul y verde, o necesitas un repaso sobre los beneficios de la luz roja, el desglose que hace Spate es un buen punto de partida.
Terapia de luz roja
La terapia de luz roja es una opción popular tanto en tratamientos en consultorios como en casa. Por eso no sorprende que se posicione como la más buscada en el informe de Spate. Encabeza la categoría con 21.2 millones de vistas y un crecimiento interanual del 45 por ciento. Hay un interés constante entre los consumidores, y con razón. Los tratamientos con luz roja ofrecen potentes resultados antienvejecimiento, como la suavización de líneas finas y arrugas. Sin embargo, su mayor ventaja es el impulso en la producción de colágeno que brinda. Trabajando en una longitud de onda de 600 a 700 nm, la luz roja puede penetrar profundamente debajo de la superficie de la piel para estimular el colágeno y mejorar la elasticidad. Es el tratamiento ideal para abordar preocupaciones relacionadas con el envejecimiento, al tiempo que promueve el crecimiento del cabello y el bienestar general.
Terapia de luz azul
Según los hallazgos de Spate, la terapia de luz azul se sitúa en el medio, con una popularidad media entre los consumidores. Aunque las búsquedas alcanzan 1.5 millones de vistas, el interés ha crecido solo un 25.8 por ciento interanual. Una posible razón puede ser el tipo de beneficios que ofrece. A diferencia de la luz roja, la luz azul actúa en la superficie utilizando una longitud de onda entre 400 y 490 nm. Aunque no penetra lo suficiente como para mejorar los signos del envejecimiento, es eficaz para tratar el acné. Elimina las bacterias que lo causan en la superficie, reduciendo así el riesgo de brotes. Además, calma la piel y reduce la inflamación, lo que la hace ideal para quienes tienen acné hormonal.
Terapia de luz verde
La terapia de luz verde todavía es relativamente nueva para muchas personas. Como muestra Spate, las búsquedas relacionadas con esta terapia son las más bajas de los tres colores, con apenas 544.3 mil vistas. Aunque no está disponible en dispositivos caseros, se está volviendo cada vez más común en entornos profesionales. Aun así, la luz verde tiene muchos beneficios para el tono de la piel. Penetra más profundamente que la luz azul, con una longitud de onda entre 520 y 560 nm, y se utiliza para calmar la hiperpigmentación y reducir el enrojecimiento. El resultado es un tono de piel más uniforme y un impulso en la luminosidad natural. La profundidad de su longitud de onda también puede tratar líneas finas. El resultado general —una piel más uniforme, ligeramente más suave y luminosa— es probablemente la razón por la que la terapia de luz verde está ganando popularidad.
