¿Eres de las que ama el calor y disfruta pasar días en la playa o al aire libre bajo altas temperaturas? Pues, un nuevo estudio ha revelado que la exposición al calor extremo podría acelerar el envejecimiento biológico tanto como el fumar. La investigación encontró que un mayor número de días de calor está relacionado con un envejecimiento acelerado en los marcadores biológicos del cuerpo.
Este estudio, realizado en Estados Unidos y publicado en la revista científica Science Advances, examina la relación entre el calor ambiental y el envejecimiento epigenético (cambios en la actividad de los genes provocados por factores ambientales) en una muestra representativa a nivel nacional de adultos de 56 años o más. Se encontró que las personas que viven en lugares donde las temperaturas alcanzan o superan los 90 grados Fahrenheit durante la mitad del año han experimentado hasta 14 meses más de envejecimiento biológico en comparación con quienes viven en áreas con menos de 10 días al año con esas temperaturas. Es importe aclarar que este estudio no se enfocó en la exposición al sol —lo cual es sabido que afecta tanto la salud del cuerpo como de la pie—, sino estar expuesto al calor extremo, superando los 90 grados Fahrenheit.
Para la Dra. Anna Chacón, dermatóloga certificada de Miami —quien no participó en este estudio—, este hallazgo resalta la importancia de los factores ambientales en el proceso de envejecimiento. «La exposición al calor puede generar estrés oxidativo, lo que produce radicales libres que dañan componentes celulares como el ADN, las proteínas y los lípidos. La exposición prolongada también puede afectar la barrera cutánea, reduciendo su capacidad para retener humedad y protegerse de los agentes externos», explica.
Los investigadores encontraron que el impacto de la exposición crónica a altas temperaturas es equivalente al efecto del consumo habitual de tabaco en el envejecimiento celular. «Si bien el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol tienen efectos de envejecimiento sistémico bien documentados, la exposición crónica al calor también puede contribuir significativamente al envejecimiento prematuro», asegura la Dra. Chacón. «Sin embargo, la gravedad de sus efectos depende del nivel de exposición y de si se toman medidas de protección, como el uso de protector solar, una buena hidratación y el consumo de antioxidantes. Mientras que el tabaquismo reduce directamente el oxígeno y los nutrientes en la piel, y el alcohol deshidrata y altera la síntesis de colágeno, la exposición crónica al calor agrava el daño celular a través del estrés oxidativo y la inflamación, convirtiéndose en un factor de envejecimiento considerable, aunque con mecanismos distintos».
El calor extremo también podría afectar la salud de tu piel
La dermatóloga también señala que la exposición al calor extremo no solo acelera el envejecimiento biológico del cuerpo, sino que también puede acelerar la degradación del colágeno y la elastina en la piel. «El calor puede provocar inflamación en la piel, lo que da lugar a un proceso conocido como inflammaging. Esta inflamación crónica y de bajo grado acelera el envejecimiento cutáneo al promover la degradación del colágeno e interferir en los mecanismos de reparación de la piel», explica. «La exposición repetida al calor—especialmente en saunas, climas calurosos o radiación solar excesiva—puede contribuir a una inflamación persistente, manifestándose en signos de envejecimiento como enrojecimiento, líneas finas y textura desigual».
Con el paso de los meses y años, la exposición al calor extremo también puede agravar condiciones crónicas existentes como enfermedades cardíacas, la mala circulación sanguínea y la obesidad, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. También puede aumentar el riesgo de problemas de salud mental, de acuerdo con The Psychological Society, y hasta demencia, aumentar el riesgo de muerte.
Así que ya lo sabes, ¡protégete del calor extremo y cuida tu salud y tu piel!
