Cuando Natalie agendó por primera vez una consulta con el cirujano plástico de Nueva York, el Dr. Thomas P. Sterry, esperaba hablar sobre liposucción. “Al principio, me interesaba principalmente la liposucción, Lipo 360,” cuenta. Pero durante esa visita, el Dr. Sterry mencionó algo que ella no había considerado: una nueva técnica que acababa de aprender en el extranjero y que ofrecía la posibilidad de un resultado aún más impactante.
“Me miró y me dijo: ‘Creo que serías la candidata perfecta para este procedimiento de remodelación de costillas,’” recuerda.
Su reacción fue inmediata: “Bueno, no hay manera de que yo haga esto. Esto no es lo que tenía en mente,” dice. “Y tenía miedo. Estaba muy, muy asustada de seguir adelante con este procedimiento.”
¿Por qué remodelar las costillas?
Lo que finalmente cambió su perspectiva fue entender cómo esto podía amplificar sus resultados. “Esta es una herramienta mucho más poderosa que solo la liposucción”, dice Natalie. “La liposucción solo me da el contorno, pero el RibXcar es el que realmente me da las curvas.”
Desarrollada internacionalmente y ahora introducida en EE. UU., esta técnica de remodelación de costillas se enfoca en las costillas inferiores (generalmente las tres últimas, según el Dr. Sterry) para crear una cintura más esculpida y estrecha. Antes de la cirugía, se realiza una tomografía computarizada para ayudar a determinar qué costillas pueden ajustarse de manera segura.
Cómo es la recuperación
Natalie se sometió al procedimiento RibXcar junto con una Lipo 360, y habla con franqueza sobre la recuperación. “Sí dolió. No puedo mentir,” dice. “La liposucción ya de por sí es dolorosa, muy incómoda… Levantarme de la cama fue difícil algunos días.”
Para permitir que las costillas recién remodeladas se fijaran en su lugar y reducir el riesgo de complicaciones, se le indicó dormir boca arriba durante 10 días. “Una vez que superé el dolor de la liposucción, las costillas empezaron a llamar mi atención,” comenta. “No podía hacer movimientos bruscos, no podía moverme rápido. Tenía que tomarlo con calma.”
Ese período de posicionamiento, aunque difícil, fue esencial, no solo para los resultados sino también para la seguridad. “No queremos que las costillas cicatricen mal en el postoperatorio,” añade, refiriéndose al raro riesgo de neumotórax que puede ocurrir si la curación no se apoya adecuadamente.
En qué consiste realmente la cirugía
Contrario a la creencia popular, la remodelación de costillas no implica romper ni remover costillas. “Podemos suavizar la corteza externa de la costilla y doblarla suavemente hacia adentro para reducir el ancho de la cintura,” explica el Dr. Sterry. “Es una técnica que deja la estructura de la costilla intacta, pero la reposiciona para lograr una silueta más refinada.”
Utilizando imágenes médicas para guiar el plan, el procedimiento generalmente se enfoca en las tres costillas más bajas.
Aunque puede lograr una forma que la dieta, el ejercicio e incluso la liposucción tradicional a menudo no pueden conseguir, sigue siendo una cirugía y no está exenta de riesgos. El malestar, la necesidad de seguir protocolos de recuperación estrictos y complicaciones poco comunes son factores a tener en cuenta. “Hay que respetar la anatomía,” dice el Dr. Sterry. “Esta es una técnica muy especializada que requiere precisión y experiencia.”
En conclusión
Ahora completamente recuperada, Natalie dice que la transformación valió totalmente la pena. “Me dio más de las curvas que quería,” comenta. “Finalmente siento que tengo la figura por la que he estado trabajando durante años, y es algo que no podría haber logrado por mi cuenta.”
