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Borrón y cuenta nueva: Todo sobre la eliminación de tatuajes con tecnología láser

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Getty Images

Hace poco, me reuní con una amiga de la juventud, esa chica alegre y radiante con el pelo alborotado a quien nunca le faltaban novios. Fue la primera del grupito en hacerse un tatuaje en la espalda baja: una mariposa de lo más sexy. Cuando mi amiga se dobló, me reencontré con la mariposa ahora transformada en un murciélago después de tres décadas y tres embarazos. Y me puse a pensar, ¿se puede borrar un tatuaje? ¿Será doloroso eliminarlo?

Resulta que ya no hay necesidad de tratamientos abrasivos con ácidos, gracias al uso del láser diseñado para eliminar tatuajes. Decirle adiós al murciélago posado en la retaguardia o a las iniciales de aquel ex que no queremos ver ni en pintura es posible.

Es un tema que conoce bien Christian Nodal, quien tras el nacimiento de su hijita Inti se borró varios tatuajes de la cara para que ella lo conociera tal cual es y no confundirlo con un grafiti. Así que si estás buscando borrar un tatuaje ya no deseado, sigue leyendo.

Nano láser o pico láser: ¿Cuál es mejor?

Más allá de usar maquillaje para cubrir tu tatuaje, vale la pena considerar alternativas permanentes. De acuerdo con la FDA, el uso del rayo láser es el método más utilizado para borrar o aclarar los tatuajes. La luz del rayo láser pulveriza los depósitos de tinta en la dermis, convirtiéndolos en diminutas partículas que el cuerpo se encarga de eliminar. 

La esteticista Carla Homez, basada en Miami, dice que hasta hace poco el láser preferido para eliminar tatuajes o maquillaje permanente era el nano láser. Según ella se ha popularizado el uso del pico láser “porque es más efectivo en tintas resistentes, genera menos calor en la piel alrededor del tatuaje y está relacionado a menos efectos adversos”. De acuerdo con estudios, el pico láser borra los tatuajes más rápida y completamente que el nano láser, eliminando hasta un 30 por ciento más de tinta.

Los nano láseres emiten pulsos de energía luminosa en una milmillonésima parte de segundo, mientras que los pico lo hacen en una billonésima parte de un segundo. En pocas palabras, la tecnología del pico láser es diez veces más rápida que la de su predecesor. Según Homez, esto tiene tres ventajas: eficacia, rapidez y seguridad. “Aproximadamente un 90 por ciento del tatuaje puede ser removido con una serie de 7 a 10 tratamientos de pico láser, y un mayor porcentaje con tratamiento adicionales”, dice la esteticista. También es capaz de eliminar los colores azules y verdes, tan difíciles de borrar con el láser de nanosegundos.

Cómo es el proceso del tratamiento

Algo muy importante para los latinos: no hay nada como el pico láser para las pieles oscuras, según la Dra. Annie González, fundadora de Glösense Dermatology and Aesthetics, en Miami. “Este láser trabaja con pulsos ultracortos y de baja energía que son ideales para pieles oscuras, ya que reducen el riesgo de hiperpigmentación o cicatrices, lo cual es clave en pacientes hispanos o con tonos de piel más altos”, asegura González.

En la primera consulta, el experto examina la piel de la paciente, así como el tamaño y calidad del tatuaje. Luego se hace una prueba de sensibilidad de la piel al láser. Se recomienda no exponerse al sol ni consumir ciertos medicamentos que puedan aumentar la sensibilidad de la piel. Después de 24 horas, si la paciente no presenta ninguna reacción adversa, se puede iniciar el tratamiento. 

Para comenzar la sesión, el experto aplica una crema anestésica en el tatuaje y luego pasa el láser sobre la piel, un proceso que puede demorar unos quince minutos. Los pacientes reportan que han sentido desde un leve hormigueo, hasta golpecitos de una banda elástica. 

Al final de la sesión, se aplica una pomada anti-bacteriana y un vendaje para proteger la zona. Es común que se forme una costra sobre el área tratada, la cual se va cayendo poco a poco.

Cuidado post-tratamiento: Claves para una recuperación exitosa

La Dra. Gonzalez enfatiza la importancia del cuidado en casa: “Después de cada sesión, es crucial evitar la exposición directa al sol y utilizar un protector solar de amplio espectro SPF 50+ para proteger la piel tratada. También se recomienda aplicar compresas frías para reducir la inflamación, mantener la piel hidratada, y evitar frotar o rascar la zona para prevenir infecciones o cicatrices”. 

Los efectos típicamente no son visibles hasta pasadas las tres semanas del tratamiento, cuando el color del tatuaje comienza a difuminarse. Estas sesiones se repiten cada 6 a 8 semanas, hasta obtener el resultado deseado. 

De acuerdo con la FDA, los riesgos de la eliminación de un tatuaje con láser pueden ser hipo o hiperpigmentación, cicatrices, infección, sangrado, enrojecimiento o dolor temporal. Por eso es importante ponerse en manos de un experto y seguir todas sus indicaciones al pie de la letra, antes y después de las sesiones.

Advertencia: Lo que debes evitar

Ni se te ocurra comprar cremas ni pomadas para borrar tatuajes por Internet. La FDA advierte que no ha aprobado ninguno de esos productos, ni kits caseros, los cuales suelen contener retinol, cremas blanqueadoras y exfoliantes que no pueden alcanzar la tinta del tatuaje en la dermis más profunda. Estos productos además pueden causar erupciones en la piel, quemaduras y cicatrices. Definitivamente, no vale la pena arriesgarse, sabiendo ya que el pico láser es la mejor manera de poner a volar a la mariposa mutante.

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