Si bien las cremas, los faciales y esos tratamientos estéticos que se han vuelto tan populares, son importantes para tener una piel radiante, tersa y luminosa o lo que hoy muchos llaman glass skin, tener una piel saludable no solo depende de eso. Aunque el cuidado externo es importante, la verdadera transformación comienza desde adentro. Lo que comes influye directamente en cómo luce tu piel, desde su textura y tono, hasta su capacidad para mantenerse hidratada, firme y libre de imperfecciones.
Mientras que tenemos al alcance cientos de productos que prometen los mejores resultados, a menudo nos olvidamos de un componente fundamental: la nutrición. Y es que incorporar ciertos alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos esenciales, probióticos y vitaminas puede marcar una gran diferencia.
“Estos alimentos deben consumirse de forma regular para transformar la piel desde adentro. No esperes milagros de la noche a la mañana. El glass skin es el resultado de una nutrición celular sostenida que se construye con el tiempo”, explica Suhail Rivera, experta en nutrición y fundadora de Alkaline Herb Shop. “Comprométete con estos alimentos al menos durante 8 a 12 semanas y notarás la diferencia entre los tratamientos superficiales temporales y una verdadera transformación de la piel».
Algunos alimentos tienen el poder de hidratarla desde adentro, mejorar su elasticidad, reducir la inflamación y hasta prevenir brotes o manchas. Vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos y probióticos presentes en ciertos ingredientes naturales pueden marcar la diferencia entre una piel opaca y una luminosa, tersa y saludable. Por eso, si estás buscando un glow real y duradero, es hora de prestar atención a tu alimentación. A continuación, la nutricionista comparte algunos de los alimentos más poderosos para lograrlo.
Semillas de sésamo negro
Estas semillas contienen una combinación de vitamina E, zinc y lignanos únicos que apoyan directamente la estructura de la piel. Las investigaciones muestran que los compuestos sesamolina y sesamina del sésamo negro fortalecen las membranas celulares y mejoran la retención de humedad, creando la apariencia tersa e hidratada esencial para el glass skin.
Las semillas de sésamo negro proporcionan antioxidantes liposolubles que protegen el colágeno. Solo una cucharada diaria mejora significativamente la elasticidad de la piel en pocas semanas.
Kimchi
Este alimento fermentado coreano es rico en vitaminas A, B y C, y en probióticos vivos que favorecen la claridad de la piel. Las bacterias probióticas del kimchi fortalecen la integridad de la barrera intestinal, disminuyendo los marcadores inflamatorios asociados con la opacidad de la piel. También ayudan a calmar la inflamación en todo el cuerpo y aceleran la renovación celular de la piel, lo que crea una piel visiblemente más clara y refinada.
Sardinas
Ofrecen una poderosa combinación de ácidos grasos omega-3, vitamina D y selenio. Estudios demuestran que los omega-3 marinos reducen los marcadores inflamatorios en las células de la piel, mientras que la vitamina D regula la renovación celular, ambos cruciales para lograr una piel clara y luminosa. Las sardinas proporcionan aminoácidos y ácidos grasos ideales para el mantenimiento del colágeno. Su selenio activa vías que protegen contra el daño oxidativo, ayudando a mantener la apariencia glass skin.
Polvo de matcha
Este concentrado de té verde contiene catequinas y L-teanina en niveles significativamente más altos que el té regular. El matcha es rico en epigalocatequina galato, una catequina potente conocida por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios. La alta carga de antioxidantes del matcha ayuda a neutralizar los radicales libres que dañan la piel, lo cual puede ser especialmente beneficioso en afecciones cutáneas inflamatorias. Su contenido de L-teanina ayuda a regular los niveles de cortisol, una hormona clave en problemas de piel relacionados con el estrés, como el acné.
Nueces
Estas contienen una rara combinación de ácidos grasos omega-3, cobre y polifenoles, específicamente beneficiosos para la estructura de la piel. Las nueces están cargadas de ácido alfa-linolénico (ALA), un omega-3 de origen vegetal que apoya la función natural de la barrera cutánea. Estas ayudan a retener la humedad de la piel y la protegen contra factores estresantes del entorno gracias a su contenido antioxidante, incluida la vitamina E. Son un excelente snack para quienes buscan una piel más calmada y resistente.
