Mientras que antes los tratamientos invasivos como los liftings faciales y corporales solían ser las únicas opciones para lograr una renovación profunda de la piel, el mundo de la estética ha evolucionado enormemente. Hoy, las opciones disponibles hacen que lucir una piel radiante y juvenil sea más accesible que nunca. Desde celebridades que respaldan tratamientos reafirmantes hasta el auge de todo lo que desafía la gravedad, tanto en el cuidado de la piel como en los procedimientos en consultorio, los tratamientos para reafirmar y levantar la piel están en pleno auge. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre un tratamiento que reafirma y uno que levanta la piel, o si es que existe alguna diferencia? Si te lo has cuestionado —o si estás tratando de elegir cuál de estos tratamientos antienvejecimiento es el más adecuado para ti—, consultamos a expertos para ofrecerte una guía completa sobre el lifting y la reafirmación de la piel.
Expertos destacados
- El Dr. Joel Schlessinger y el Dr. Daniel Schlessinger son dermatólogos en Omaha, Nebraska
- La Dra. Kelly Bomer, es una cirujana plástica facial en Scottsdale, Arizona
¿Cuál es la diferencia entre los tratamientos reafirmantes y los tratamientos lifting?
Incluso para los amantes de la belleza con experiencia, los términos “reafirmar” y “levantar” la piel pueden prestarse a confusión. Según el dermatólogo Daniel Schlessinger, MD, de Omaha, NE, es bastante común que las líneas entre ambos conceptos se difuminen.
“Dependiendo de quién hable del tema, lifting y reafirmación de la piel pueden significar lo mismo o cosas completamente distintas”, comienza el Dr. Schlessinger. “En el mundo de la cirugía estética no invasiva, lifting y reafirmación son relativamente similares, ya que ambos se enfocan en aplicar energía —frecuentemente en forma de calor— a la piel para contraer el tejido subyacente, reafirmando y, por ende, levantando la piel flácida”.
Sin embargo, también señala que el término “lifting” puede referirse a procedimientos quirúrgicos invasivos como el lifting facial o de cuello, en los cuales se separa la piel del tejido subyacente y se elimina el exceso. Añade que muchos dermatólogos “no están de acuerdo con el uso indiscriminado de estos términos, ya que pueden ser engañosos para los pacientes y suelen usarse de manera errónea por profesionales que no son dermatólogos para embellecer la descripción de un procedimiento”.
La doctora Kelly Bomer, cirujana plástica facial en Scottsdale, Arizona, coincide en que diferenciar entre lifting y reafirmación puede ser complicado, ya que a menudo uno contribuye al otro. “La mayoría de los procedimientos no ‘levantan’ la piel literalmente, pero pueden reafirmar al aumentar el grosor de la piel mediante el crecimiento de nuevo colágeno y elastina, además de mejorar su contenido de agua”, explica. “Cuando la piel se reafirma a través de este efecto rejuvenecedor, puede lograrse un efecto lifting”.
No obstante, también puede suceder lo contrario, advierte la doctora Bomer. “Por ejemplo, Halo es un tratamiento que puede reafirmar y levantar la piel cuando se aplica con moderación, ya que estimula una respuesta de rejuvenecimiento generando más colágeno y elastina sin alterar la estructura natural de la piel. Sin embargo, si se aplica de forma muy agresiva y se forman zonas de tejido cicatricial, se pierde dicha estructura natural y el resultado no será lifting”.
¿Cuáles son los tratamientos y dispositivos más populares para lifting y reafirmación?
Dado que ambos términos abarcan múltiples técnicas, las opciones para lograr un efecto rejuvenecedor o lifting son muy personalizables. “Me encanta usar rellenos en las sienes para levantar las cejas, o en las mejillas y la línea mandibular para elevar los pómulos caídos”, comenta el Dr. Joel Schlessinger, dermatólogo en Omaha, NE.
“También nos gustan los resultados que se logran con Ultherapy, que utiliza ultrasonido para calentar el tejido conectivo y levantar áreas como las cejas. Para reafirmar la piel, a nuestros pacientes les encanta el láser BBL HEROic SkinTyte, que usa luz para calentar la piel y tensar las zonas con flacidez, ideal para piel arrugada en brazos, cuello y abdomen”. Eso sí: el Dr. Joel Schlessinger advierte que “estos procedimientos ofrecen resultados modestos y no son equivalentes a un lifting quirúrgico”.
¿Quién es buen candidato para un tratamiento lifting? ¿Y para uno reafirmante?
Entender la diferencia entre lifting y reafirmación es una cosa; saber cuál conviene según tus objetivos estéticos es otra muy distinta.
Para el Dr. Daniel Schlessinger, “la mayoría de las personas de mediana edad que han disfrutado del sol a lo largo de los años suelen ser candidatas para ambos. Si tienes pérdida de volumen profunda que provoca flacidez, eres candidato para un tratamiento lifting. Si presentas arrugas superficiales o piel delgada y con aspecto de ‘papel crepé’, eres mejor candidato para un tratamiento reafirmante”.
Y añade: “Estamos viendo pacientes de todas las edades para estos tratamientos, ya que el concepto de ‘prejuvenation’, o prevención del envejecimiento, está ganando popularidad”.