A medida que envejecemos, nuestra piel enfrenta una serie de desafíos que pueden afectar su apariencia y salud. Uno de los problemas más comunes es la pérdida de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales que mantienen la piel firme y elástica. Esta disminución puede resultar en arrugas, flacidez y una textura áspera. Otra cosa que también juega un papel significativo en el proceso de envejecimiento de la piel, es la inflamación.
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo que se activa cuando hay daño o agresión, como lesiones, infecciones o irritaciones. Aunque es esencial para la defensa del organismo, la inflamación crónica puede causar problemas, especialmente en la piel. A medida que envejecemos, la capacidad de nuestro cuerpo para regenerar células sanas disminuye, lo que puede llevar a un fenómeno conocido como inflammaging. Este término describe la inflamación de bajo nivel que afecta nuestra piel a lo largo del tiempo, contribuyendo a la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad y tono desigual. Además, la inflamación puede exacerbar problemas cutáneos como el enrojecimiento y la sensibilidad, haciendo que la piel se vea más envejecida y menos saludable.
Entender cómo la inflamación impacta la piel es esencial para adoptar estrategias efectivas que contrarresten estos efectos y promuevan una apariencia juvenil. Para entender mejor este proceso, hablamos con la dermatóloga certificada Tiffany Libby, quien nos explicó todo acerca de este problema y cómo podemos contrarrestarlo.
¿Qué es la inflamación y por qué ocurre?
La inflamación es la respuesta natural del sistema inmunológico del cuerpo ante un trauma. Puede ocurrir en todo el cuerpo, afectando cualquier órgano, incluida la piel. La inflamación se presenta cuando la piel sufre algún tipo de trauma, como exposición al sol, acné, heridas, infecciones, reacciones a productos para el cuidado de la piel o simplemente como respuesta del cuerpo al envejecimiento.
La inflamación y el envejecimiento
A medida que envejecemos, nuestra piel no regenera células sanas tan rápido como cuando éramos más jóvenes. Existe un término médico llamado “inflammaging”, que relaciona la inflamación y el envejecimiento como dos procesos que actúan en conjunto. Esta es una inflamación crónica de bajo nivel que suele comenzar a desarrollarse en los 20 y 30 años, y que continúa a medida que envejecemos. También puede ser desencadenado por factores ambientales como la exposición al sol, la contaminación del aire o el estrés constante. Este proceso lleva a la degradación del colágeno y la elastina, así como a un deterioro general de la salud de la piel, lo que puede resultar en líneas finas, arrugas, enrojecimiento e irritación.
Ingredientes y productos que pueden ayudar a combatirla
Un ingrediente interesante es el naringenina, derivado de la biotecnología. Es un polifenol potente que es exclusivo de la marca DEINDE, una nueva línea de cuidado de la piel que se centra en el inflammaging. Se encuentra de forma natural en pequeñas cantidades en la cáscara de pomelo y actúa sobre vías antiinflamatorias críticas, inhibiendo la actividad de la elastasa, lo que ayuda a reducir la descomposición del colágeno, y previene la glucación para mantener la elasticidad de la piel. La investigación científica ha demostrado que la naringenina es 15 veces más potente que la niacinamida para combatir este tipo de inflamación. Varios productos de dicha marca utilizan ese biotecnológico patentado para abordar los cinco signos del inflammaging, que son las líneas finas, falta de brillo, manchas, resequedad y textura irregular. Me gusta el suero fortalecedor que ha demostrado clínicamente reducir la apariencia de líneas finas, mejorar la elasticidad y los niveles de humedad, y mejorar el tono de piel.
La importancia de la hidratación
La hidratación es fundamental para reducir la inflamación. Mantener la piel hidratada ayuda a mantener la salud de la barrera cutánea y reduce el estrés general en las células de la piel. La crema hidratante para la barrera DEINDE es un gel ligero que fortalece la barrera de humedad de la piel, proporcionando hidratación duradera y una piel más suave y tersa durante todo el día. También protege contra los contaminantes ambientales diarios al fortificar la barrera de la piel.
Alimentación adecuada
La investigación sugiere que seguir una dieta rica en frutas, verduras, pescado graso, nueces y semillas puede ayudar a reducir la inflamación. Se recomienda reducir el consumo de alimentos que pueden desencadenar inflamación, como la carne roja, embutidos procesados y alimentos azucarados.
Tratamientos recomendados
La terapia con luz roja puede ser beneficiosa en este caso. Esta terapia expone la piel a longitudes de onda de luz roja y cercana al infrarrojo. La luz se dirige a las mitocondrias, responsables de generar energía en las células, lo que ayuda a mantenerlas saludables. La terapia también puede mejorar la circulación sanguínea, ayudando a reducir la inflamación.
Cuidado diario
Asegúrate de que tu rutina de cuidado de la piel incluya productos que no solo ayuden a mejorar la salud general de tu piel, sino que también se enfoquen específicamente en el inflammaging. Protege tu piel del sol usando un protector solar de amplio espectro con SPF 30 a diario, y usa sombreros y ropa protectora cuando estés al aire libre. Asegúrate de desmaquillarte al final del día.
La importancia del sueño
El sueño es cuando el cuerpo descansa y se regenera. Si no duermes bien, no le das a tu cuerpo la oportunidad de rejuvenecer. Intenta dormir de 7 a 8 horas de calidad cada noche. Las personas que duermen mejor y más tiempo muestran menos signos de inflamación en comparación con quienes no tienen un sueño reparador.