Si has notado que algunas estrellas tienen la boca en una posición muy concreta cuando posan para las fotos, es probable que se trate de la práctica del ‘mewing’ o maullido en español. La técnica consiste en tocar con la lengua el paladar para crear un aspecto de mandíbula más definida. Los expertos especulan con que Kim Kardashian, Hailey Bieber, Bella Hadid y Jennifer López son algunas de las famosas que lo hacen en las fotos. ¿Merece la pena la moda del ‘mewing’? Mira lo que dicen los expertos sobre esta práctica y un antes y después para que juzgues tú misma.
¿Qué es ‘mewing’?
«La idea es que coloques la lengua de modo que toque el paladar. Al reposicionar la lengua de este modo, se consigue una mandíbula más esculpida y definida», explica el cirujano plástico londinense Yannis Alexandrides. «Al parecer, la popularizaron los ortodoncistas británicos Mike y John Mew, de ahí el término ‘maullido'». La técnica puede utilizarse como ejercicio para esos músculos o como arreglo rápido para las fotos.
¿Cómo se hace la técnica del ‘mewing’?
«Basta con empujar la lengua, sobre todo la parte media y posterior, contra el paladar (el paladar duro y blando), como si se estuviera generando una deglución, y luego mantenerla», explica la Dra. Lee Ann M. Klausner, cirujana plástica facial de Nueva York. «También puedes hacer la técnica del maullido mientras sonríes para elevar aún más los músculos milohioideos y digástricos». Señala que cualquiera que esté familiarizado con el yoga en el embarazo conoce la «contracción comprimida sostenida de la pared abdominal para corregir la diástasis del embarazo.» La técnica del maullido es una aplicación similar. «Conseguir que los músculos se coordinen para extender los músculos del cuello y elevar el suelo de la boca puede ser un reto, y las personas interesadas en aislar estos músculos deben intentar la contracción mientras se miran al espejo»
El ‘mewing’ existe desde hace años
Aunque la técnica es tendencia ahora mismo entre algunas de nuestras estrellas favoritas, la Dra. Klausner dice que lleva años adelantándose a la moda. «Llevo años ‘maullando’ y recomendándoselo a mis pacientes. Sin embargo, nunca lo he llamado maullido. Siempre me he referido a él como pilates del cuello o yoga facial», dice. La dermatóloga Dr. Janet Allenby, de Delray Beach, FL, dice que en el pasado ha oído a gente que se refieren a la técnica como «goma de mascar».
El ‘mewing’ como ejercicio
El ejercicio consiste en colocar bien la lengua. Hay que «desplazar la posición natural de reposo de la lengua hacia el paladar, lo que supone un ejercicio para los músculos de la mandíbula y debajo de la barbilla», explica la Dra. Allenby. Este ejercicio puede ayudar a redefinir y fortalecer la mandíbula.
El ‘mewing’ como solución rápida
La esteticista médica Amy Peterson señala que la técnica del maullido también se utiliza a menudo a la hora de hacer fotos como solución rápida. Ayuda a que la mandíbula parezca más afilada y puede reducir la apariencia de la papada para un cambio rápido del antes y el después.
‘Mewing’ antes y después
¿Funciona de forma permanente?
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la eficacia de la técnica del maullido. «¿Funcionan el pilates y el yoga? Creo que algunos pacientes que hacen estos ejercicios pueden ver resultados dependiendo de la técnica y la frecuencia», dice el Dr. Klausner. «Vemos que las bailarinas de ballet tienden a tener el cuello largo. Podemos ver el impacto de los anillos de latón en los cuellos de las mujeres de la tribu Kayan de Myanmar. Estos anillos maximizan la extensión natural del cuello y tienden a hacerlo empujando la clavícula y los hombros hacia abajo».
Peterson cree que «mewing puede ser eficaz, pero que es un remedio muy sutil y temporal. No reestructurará completamente la cara, y perderá su efecto en cuanto vuelvas a colocar la lengua en su posición normal». El Dr. Alexandrides se muestra más escéptico y señala «que no hay pruebas científicas ni investigaciones que demuestren que esta técnica funciona realmente o sea eficaz para definir y dar un aspecto contorneado a la línea de la mandíbula».
La postura también es importante
La Dra. Klausner dice que hay que tener en cuenta los méritos de una buena postura física, además de una postura correcta de la lengua, en lo que a esto se refiere. «No se trata sólo de mantenerse erguido y hacer lo posible por fortalecer los músculos anteriores del cuello y los del piso de la boca para conservar un contorno de cuello deseable, sino también de fortalecer los músculos posteriores del cuello y la espalda para evitar el redondeo de la columna», explica señalando que lo mejor es un enfoque holístico. «Hay otros ejercicios con la lengua que pueden utilizarse para elevar el suelo derecho e izquierdo de la boca. Ser consciente de sonreír puede ayudar a compensar el giro hacia abajo de la boca que puede verse con el envejecimiento.»
Soluciones más permanentes que el ‘mewing’ para un antes y un después más duradero
La Dra. Allenby señala que los efectos de la técnica del maullido son temporales. Si deseas cambios más permanentes y un antes y un después más significativos, puedes buscar un tratamiento en consulta. La línea de la mandíbula puede reducirse debido a la pérdida de peso o el envejecimiento, dice la Dra. Allenby. Para ella, el verdadero remedio «es utilizar rellenos diseñados para que sean un poco más rígidos e imiten la forma de una mandíbula más robusta», como Juvederm Volux y Radiesse.
El Dr. Klausner dice que la toxina botulínica en el músculo masetero o los rellenos en la barbilla, la mandíbula y las mejillas pueden ayudar a mejorar el aspecto de la estructura de la mandíbula. «El estiramiento cutáneo con ultrasonidos puede dar a los individuos una línea mandibular más definida cuando hay piel laxa alrededor de la mandíbula». En los pacientes más jóvenes en los que se trata de una característica hereditaria, la liposucción submentoniana, FaceTite y Morpheus8 micro needling pueden funcionar bien, añade. Algunos pacientes pueden requerir un «lifting facial/estiramiento de cuello con liposucción submentoniana y platismoplastia y, en función de la indicación, implante de mentón u otros implantes de mandíbula», dice Klausner.
